Según cómo Caminamos nos Amamos
Una pareja cuando camina junta habla del tipo de relación
que mantiene. De lo mucho, o poco, que están enamorados el uno del otro. Quién
es la persona dominante de la pareja. Por sorprendente que parezca es posible
llegar a conocer el tipo de actividad sexual que mantienen. Para poder leer
estos detalles, extraer toda esta información y llegar a conclusiones hemos de estar atentos a varios detalles de la comunicación no verbal de la que no escapa ningún ser humano. Las calles de las ciudades están repletas de gentes y parejas que las caminan, especialmente aquellas más concurridas, y que nos aportan muchos datos a los que no siempre prestamos atención.
La proximidad de los cuerpos al caminar en pareja va a ser
una fuente muy valiosa de información del momento emocional que atraviesan, es
decir, la distancia física que separa al uno del otro hablará de la intensidad
emocional en la que la pareja se encuentra. A menor distancia física mayor
intensidad emocional y mayor actividad sexual. Por el contrario, a mayor
distancia menores niveles de actividad sexual pero también síntoma de mayor
independencia de los miembros de la pareja.
La manera en que una pareja se coge de la mano, cómo se
abrazan, cómo son las miradas que intercambian, si cuando caminan uno va delante
y otro va un poco rezagado son también síntomas que nos hablan de cuál es el
estado del vínculo que mantienen. Hay
muchas señales en el caminar que hablan del tipo de relación de pareja que se
mantiene o de cómo están en ese momento concreto. Caminar juntos es un
termómetro emocional de la relación, pues no deja de ser la exposición pública
y social de la pareja y de cómo presentan su relación a los demás, de cómo la
presentan como un uno que son los dos, así como cómo es el uno de cada cual
dentro de ella.
Es muy común al transitar las calles ver cómo muchas parejas
caminan con las manos y dedos entrelazados. Este gesto es síntoma de un alto
nivel de compenetración. Resulta muy
habitual poder verlo entre parejas jóvenes, no he visto, siendo sincero, a
ninguna pareja de ancianos caminando así y a muy pocas de adultos. En este
mantener tan estrecho contacto físico que es el mantener las manos unidas el
sinónimo de proximidad sexual. Este modo de caminar, asidos el uno al otro con
firmeza es todo un reconocimiento público de la existencia del amor y de la
relación.Quién mejor que Alejandro Sanz, allá por los noventa, para hablarnos de lo que representa para una pareja ir cogidos de la mano por la calle con este tema inolvidable (no pierdas la oportunidad de reproducirlo porque la presentación es mejor aún, si cabe, que la canción).
Al entrelazar las manos también damos información, en
función de quien pone la suya en el plano superior, de quién es la figura
dominante en la relación. Con este modo de llevar las manos siempre el que pone
la mano en el plano superior irá medio paso por delante arrastrando con ello a
su pareja en la dirección que éste desea. Pero no sólo es un síntoma de
dominancia, también lo es de protección.
Otro gesto de protección al caminar en pareja es rodear los
hombros de la pareja por su espalda. Este gesto que también implica una postura
de comodidad, habla al mismo tiempo de un sentimiento y deseo de protección de
la pareja. Sentimiento proteccionista que aumenta cuando a este gesto va a
acompañado del sujetar la mano del otro.
Pero y qué decir de esa práctica de poner la mano en el
trasero de la pareja. Esta forma especialmente frecuente en parejas de
adolescentes y parejas de jóvenes, tampoco he visto en ancianos ni adultos esta
manera de caminar por los espacios públicos. Este gesto, además de tener su
connotación sexual, es ante todo un
gesto de dominio y posesión. Es la reafirmación de que esa persona que es
agarrada por el trasero es patrimonio de quien la agarra.
Para terminar con el análisis sí quiero dejar constancia de
un modo muy característico del caminar de la población anciana por la calle y
que podemos definir como un andar tradicional. Tiende, cuando hay contacto
físico directo entre ambos, a que uno de los dos a coger el brazo por detrás de
la pareja de forma cariñosa y afectuosa lo que habla de quién es la persona
dominante en la relación. Quien sujeta el brazo es el miembro dominante, lo
cual no quiere decir que siempre sea el hombre, aunque sí hay una tendencia,
excepto en aquellos casos en los que se les ve con una cierta merma física. ¿Curioso
verdad? Parece ser que el que mejor anda es el que manda.
Según cómo Caminamos nos Amamos
Reviewed by Ignacio Bellido
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