Tacones para Mujeres a la Altura
Los tacones sirven para realzar la figura de una mujer,
estilizan su figura y las carga de feminidad. Los stiletto hablan de la mujer
que los calza, le aportan una identidad y son una proyección de ella misma que
elige, con ellos, un modo de caminar y de presentarse al mundo. En función de
la longitud del tamaño elegido podremos encontrarnos con mujeres con una personalidad
y habilidades diferentes que buscará resaltar en virtud del episodio social al
que deba hacer frente.
Pero antes de empezar con este análisis conviene conocer dónde
se remonta el origen del stiletto, prenda de incuestionable valor estético
repleta de simbolismo. El primer zapato de tacón con objetivos estéticos
apareció en 1533 en los pies de Catalina de Médicis, quien, para disimular su baja estatura, los
empleó para su boda con Enrique II duque de Orleans. Los asistentes al enlace quedaron
deslumbrados por este calzado y optaron por imitar a Catalina, tanto hombres como
mujeres, convirtiéndolo en un objeto común entre los cortesanos. El zapato de
tacón pasó así a ser considerado, especialmente durante el siglo XVIII como un
indicador de clase alta. Al zapato se le añadió una particularidad: el tacón
debía ser de color rojo para demostrar con su limpieza que quien lo portaba pertenecía
a las clases nobles y aristócratas porque no tenían la necesidad de pasar por
las calles macilentas y polvorientas de las urbes de la época. Así, un tacón
limpio e impecable era señal de que su portador se movía entre los mármoles y porcelanas
de un palacio.
Los tacones son una forma de proyección de la mujer y de su imagen, símbolo de presiones sociales por parte del universo masculino, debido
a la elevada carga erótica que le otorgan a este símbolo, y un diálogo interior
de la propia mujer. Los zapatos de tacón son un deseo de pisar fuerte, de
independencia, de reafirmación, pero al mismo tiempo son también, conforme aumenta
su altura, una solicitud de ayuda al acompañante por la propia estructura e
inestabilidad del zapato. Cada tacón no es más que una elección personal de
cada mujer que a través de él decide la mujer que quiere ser.
La altura del tacón de una mujer puede hablarnos de la mujer que los porta. Así ante un tacón bajo, de unos tres centímetros nos habla de una
mujer envuelta en una situación que requiere soluciones, por lo que estaríamos
ante una personalidad pragmática, pues esta altura aporta sobre todo, comodidad,
no hay un intento en este caso de realzar la feminidad de la mujer pero tampoco
hay un ocultamiento de la misma pues la situación puede requerir sobriedad. Se trata de zapatos propios para mujeres que
deben resolver asuntos cotidianos que han de llevarla a recorrer el entramado
urbano para resolverlos, por ello, se tiende a la búsqueda del confort a la
hora de optar por calzarlos.
Un tacón un poco más alto, de cinco centímetros de altura es
el adecuado para entornos laborales, por lo que podríamos llamarlo tacón ejecutivo. Este tipo de tacón, aparecidos en los años 40
del siglo pasado y cuyo mayor emblema lo representa Jacqueline Kennedy, suelen
tener una base más ancha trabajo se emplean para trasladar en el caminar la
sensación de poder y autoridad por lo que son muy habituales en entornos
laborales en los que debe quedar constancia de la existencia de una jerarquía y
una escala de poder. Por lo que son muy útiles para las mujeres en esos
escenarios en los que no desea ver cuestionada su posición, por lo que es muy
frecuente verlo en entornos administrativos y burocratizados como son en los que se desenvuelve la antigua princesa, hoy reina, Leticia.
El tacón de aguja, con alturas que van de los siete
centímetros en adelante, son uno de los símbolos femeninos por antonomasia. La mujeres
afirman que pese a no ser muy cómodos
para caminar son de gran utilidad a la hora de vestir. Los tacones son
utilizados por las mujeres cuando quieren estar y sentirse vestidas. Con ellos
muestran un caminar cargado de sensualidad, con pasos cortos que obligan a
contonear la pelvis a cada paso. Los pasos se acortan. Este tacón estiliza
mucha la figura femenina, trasladan la impresión de unas piernas más largas, las
nalgas se muestran más protuberantes, el tobillo queda realzado y la posición
del empeine completa la figura, similar a la de una bailarina que está a punto
de empezar a volar. La espalda y el pecho también quedan más alineados, la
postura, en definitiva, es más erguida y por ello la figura femenina se muestra
mucho más estilizada.
El tacón, todo una inversión en capital erótico femenino, es una inyección de autoestima para la mujer,
pues con él se sienta más esbelta y más atractiva. Aumenta su confianza en sí
misma, la reafirma como mujer y como la mujer que quiere ser. Un tacón no es otra
cosa que esa parte de la mujer que no se ve y que ha decidido mostrarse.
Tacones para Mujeres a la Altura
Reviewed by Ignacio Bellido
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Coincido en que los tacones altos aportan elegancia y sensualidad a la mujer, y poseen una infinita carga erótica y fetichista que agradece mucho la comunidad masculina, pero puedo afirmar, como usuaria que soy de los mismos en determinadas ocasiones, que son para llevarlos un tiempo no muy dilatado, y para no caminar ni estar mucho de pie, porque por cómodos que parezcan al comprarlos, se acaba con un dolor de pies tremendo, y eso no lo ven los hombres que tanto los admiran, pero lo padecemos nosotras, sobre todo cuando los tacones adquieren la altura desproporcionada de los actuales diseños, y lo sé por experiencia, porque poseo una buena colección de ellos. Los adoro lo mismo que los temo, jeje.
ResponderEliminarMuy buen artículo, me ha gustado mucho saber esa historía de Catalina de Médicis y del siglo XVIII.
Saludos.