Drogas y Cocaína: Morir de Éxito
El 8 de junio de 1986 los Boston Celtics lograron su
decimoquinto título de Campeones de la NBA, fue el último que lograría la que
era su gran estrella Larry Bird, tuvieron que pasar 22 años para que en el 2008
sus jugadores volviesen a hacerse con el anillo de Campeones.
El camino hacia el título no fue sencillo ya que en la
primera ronda de los playoffs tuvieron que enfrentarse a los Chicago Bulls de
la estrella emergente Michael Jordan, quien, ya avisó de lo que llegaría a ser al
anotar 63 puntos en el segundo partido de la serie. Larry Bird declaró en
relación a la exhibición de Jordan que ese día vio a Dios disfrazado de jugador
de baloncesto. Tras eliminar a los Bulls dieron cuenta de los Atlanta Hawks de
Dominique Wilkins y donde despuntaba el base Doc Rivers, quien en 2008
conduciría a los Celtics hasta el título ya como entrenador. En la final de la Conferencia Este vencieron
a los Milwaukee Bucks, que a principios de la década de los 80 era un equipo
muy competitivo, para alcanzar la final donde vencieron sin muchas dificultades
a los Houston Rockets de un joven Olajuwon que habían dado la sorpresa al
eliminar a los todopoderosos Lakers.
Apenas nueve días después de terminar los playoffs tuvo
lugar la elección del draft. El draft es un sistema de elección de jóvenes jugadores
sustentado en el principio de igualdad de oportunidades. Este sistema de
elección, ideado por Benneville Bell en 1935, empleado en la NBA desde 1947
persigue la paridad en la competición permitiendo a los peores equipos elegir a
los mejores jugadores universitarios para, a partir de ellos, construir sus
plantillas alrededor de este jugador franquicia para cumplir con el lema de “Un
domingo cualquiera, cualquier equipo ganará a cualquier otro equipo”. En el
draft el orden de elección se hace en orden inverso a la clasificación del
último campeonato de tal manera que el peor equipo de la temporada será el
primero en elegir y el campeón el último.
En 1986 a los Celtics les tocaba ser los últimos en elegir,
sin embargo fueron los segundos tras pagar una elevada cantidad de dinero a los
Seattle Supersonics por sus derechos de elección en el draft. Los Celtics,
temerosos por el aumento de nivel de sus competidores y siendo conscientes de
iniciar un proceso de renovación de su plantilla, seleccionaron al jugador de
la Universidad de Maryland: Leonard “Len” Bias, en un draft al que también
concurrieron jugadores como Brad Daugherty, Mark Price, Dennis Rodman o los
europeos Drazen Petrovic y Arvydas Sabonis.
Len Bias era un alero de dos metros de altura con una
capacidad atlética y una técnica de tiro que le había granjeado numerosas
ovaciones y reconocimientos, además de ganarse la admiración de los aficionados que acudían a verle jugar al Cole
Field House de la Universidad de Maryland. Era tal el dominio del baloncesto de
Bias que durante dos años consecutivos fue nombrado como mejor jugador de la
División Atlántica sucediendo en el palmarés a Michael Jordan. Era tal la
proyección de Bias que los medios estadounidenses decían de él estaba llamado a
ser una de las grandes estrellas de la NBA en la siguiente década y quien debía
tomar el relevo de Larry Bird. Es más, el día posterior a su elección por los
Celtics firmaba un contrato con la marca deportiva Reebook, que en aquel
momento dominaba el mercado, por nada más y nada menos que tres millones de
dólares.
Después de los agitados de días que para un jugador
representa el draft, Len Bias regresó al compus de Maryland donde sus
compañeros le esperaban para celebrar por todo lo alto su elección por los
Celtics. Como toda buena fiesta entre triunfadores que se celebraban en los
años 80, el alcohol y la cocaína no podían faltar. Eran las drogas del momento
y el símbolo que los negros del Bronx utilizaban como conquista de un espacio
de donde eran excluidos Wall Street y todo la imagen de éxito y prestigio que
se asociaban del corazón financiero de la nación y del mundo. Mientras el crack
era tenida por una droga propia de la población afroamericana, con toda la
carga peyorativa que eso suponía, la cocaína era un símbolo de poder, éxito,
prestigio y riqueza.
Len Bias como protagonista de la fiesta, vencido por la
presión del grupo, consumió cocaína, sustancia que rápidamente alcanza el torrente
sanguíneo y es transportada al cerebro. El cuerpo humano, a través de las
enzimas del hígado y la sangre, es capaz de degradar la mitad de la dosis de cocaína
consumida en una hora, por ello quien las consume está rápidamente preparada
para una nueva dosis con la esperanza de volver a recuperar los síntomas
euforizantes y evitar la sensación de fatiga de unos días tan intensos de
halagos, felicitaciones factores, ambos, que inducen a consumos compulsivos.
Éste fue el error del alero de Maryland, en la búsqueda de un nuevo rush
(subida), no tuvo en cuenta que las dosis adicionales que iba consumiendo se
iban acumulando en la sangre derivando en un cuadro de sobredosis. No era la
primera vez que “Horse” Bias consumía cocaína, era una práctica habitual entre
los jóvenes de la época y un recurso, el uso de estimulantes, entre los
deportistas de cara a optimizar su rendimiento.
Bias falleció esa misma noche de un fallo cardíaco, en la
que hasta entonces había sido su habitación de la residencia universitaria en el
campus de Maryland, como consecuencia de su continuo consumo de cocaína durante
la fiesta celebrada en su honor. Apenas dos días después de ser elegido por los
Celtics y cuando el sol amenazaba con romper la oscuridad de la noche, su corazón se detuvo después de un buen númerod e convulsiones. Su
muerte provocó una gran conmoción en Estados Unidos, y cuatro días después de
su fallecimiento más de 10.000 personas se congregaron, en el pabellón donde
tanta admiración despertó, para darle el último adiós a la que había sido su
estrella durante los últimos dos últimos años.
La repercusión del fallecimiento fue tal que impulsó la que
años más tarde se conocería como “Ley Bias”. Una ley, aprobado años más tarde con
una de los más amplios consensos entre demócratas y republicanos que se
recuerda en el Congreso, destinada a endurecer las penas por la tenencia y el
consumo de una sustancia, que hasta este momento, no era tenida por peligrosa,
y fomentar la educación en materia de drogas de una juventud que desconocía los
riesgos a los que se exponían.
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Reviewed by Ignacio Bellido
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