No soy Tonto sino Listo a mi Manera
El ser humano es inteligente pero cada uno a su manera.
Todos poseemos los mismos órganos y, en principio, las mismas conexiones
neuronales y circuitos nerviosos. Sin embargo, cada cual los desarrolla y pone
en funcionamiento de manera diferente adaptándolo a las tareas que cada uno
debe llevar a cabo. Por eso cada uno aprende el idioma del lugar en el que
vive, unos son virtuosos del violín y otros de la guitarra, unos se dedican a
viajar al espacio y otros a diseñar los aparatos que lo hacen posible, uso se
dedican al lanzamiento de peso y otros al salto de longitud…
El cerebro nos permite que seamos capaces de aprender casi
cualquier tarea que nos ponga por delante. Llegamos a ser tan precisos en la
ejecución de una tarea que repetimos una y otra vez que llega un momento en el
que funcionemos de forma tan mecánica y precisa como si fuéramos robots. Un ejemplo de mecanización en la ejecución de
una tarea nos lo presentan los jugadores de tenis. El reto que un entrenador de
tenis tiene con sus jugadores es conseguir que sean capaces de golpear con una
raqueta a una pelota amarilla de la forma más rápida y precisa posible de tal
manera que pase por encima de una red de escasa altura, caiga dentro de la
superficie de juego, evitando que el jugador contrario sea capaz de hacer lo
mismo.
Interiorizar todo el conjunto de movimientos que han de
ponerse en práctica para cada golpeo es el desafío que todo entrenador tiene
con sus pupilos. El entrenador debe
hablar e instruir a la mente consciente de cada jugador para que absorba una
información acerca de la secuencia correcta de unos movimientos que el jugador
debe repetirse a sí mismo hasta lograr interiorizarlos y absorberlas de manera
automática en base a repetir miles de veces la misma secuencia de movimientos.
Esta repetición provocará respuestas automáticas en el jugador que ya no tendrá
que destinar tantos recursos para golpear la pelota de tal o cual manera, sino
que ya éstos pasan a formar parte de su conducta instintiva, pudiendo dedicar
recursos mentales a otras tareas.
El autocontrol y el manejo del estrés son situaciones con
las que los tenistas que quieran llegar al más alto nivel deben saber lidiar.
Rafa Nadal afirma en una entrevista en el País Semanal “es mi cabeza la que me
permite, en situaciones de presión, jugar como tengo que jugar. Mi cabeza no me
ha impedido hacer lo que yo creía que tenía que hacer… Se trata de tener
autocontrol ya que así evitas perder puntos y regalar juegos. Cuando pierdes
los nervios el otro te ve mucho más débil. Hay que mirar las cosas de manera
global. Hay que tener la cabeza fría”. Las situaciones de presión deberían
ser capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos. Los niveles de atención
aumentan. Recibimos una descarga de adrenalina. Nos preocupamos más por lo que
tenemos que hacer. Sin embargo, en un deporte como el tenis esto puede llevar a
dejar de ser eficientes.
Probablemente hayamos visto en muchas ocasiones cómo en un
partido de tenis un jugador que parecía tener en su mano el partido, de
repente, se ve sacudido por el miedo a
ganar. Este miedo le provoca a que su manera de jugar se vea alterada y lo
que hasta hacía unos minutos eran golpes ganadores se conviertan en una
sucesión de errores que parece no tener fin. ¿Qué está pasando? El jugador se
ha dejado vencer no por su rival, sino por sí mismo. Se ha dejado dominar por su
sistema consciente a la hora de jugar, se ha convertido de nuevo en ése jugador
que seguía a pies juntillas las indicaciones de su entrenador y pensaba
continuamente en sus instrucciones antes de ejecutar cada movimiento. Todo lo
que ha estado interiorizando durante años de entrenamiento deja de tener
sentido porque empieza a pensar en el golpe que va a dar antes de realizarlo,
vuelve a ser consciente de ellos y por eso los fallos se suceden.
La presión a la que un tenista se ve sometido en un partido,
en cada torneo que disputa a lo largo del año, es muy alta. Sólo aquellos que
son fuertes mentalmente salen vencedores en los grandes tornes y ocupan los
primeros lugares del ranking porque han sabido adaptarse a situaciones en las
que el estrés y la presión son constantes. ¿Cómo consiguen los Rafa Nadal,
Djokovic, Federer, Ferrer, Murray… hacer
frente a estas situaciones? Dejando que sea la conciencia la que haga
planificaciones a largo plazo y evitando que ésta se inmiscuya en el
intercambio de golpes de un punto. Estos jugadores se fijan unas metas que han
de cumplir: ganar el partido, llegar a la final del torneo, ser el número uno
del ranking… y, para conseguirlo, en cada entrenamiento enseñan a su sistema
instintivo, armados con una raqueta, cómo conseguirlo.
No soy Tonto sino Listo a mi Manera
Reviewed by Ignacio Bellido
on
12:46
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Miedo a ganar, miedo escénico, en definitiva el miedo que nos atenaza y reduce nuestras capacidades...
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