Recetas de Amor en Píldoras
Una nueva medicina contra la depresión capaz de elevar el ánimo de todo un país.
-La solución definitiva está en recetar amantes.
-¿Pero qué clase de disparate es este?
-No es ningún disparate Dr. Prather. Nuestros laboratorios
llevan años estudiando este nuevo tratamiento y ningún fármaco ha conseguido
acercarse a sus beneficios. Es más, según hemos descubierto, ¡un amante es
mucho más beneficioso para la felicidad del paciente que cambiar de trabajo! Es
mejor para la salud que cambiar de residencia. Y lo mejor de todo, no es
necesario siquiera cambiar de pareja. Se puede tener un amante y conservar la
pareja actual. Esto es, sin duda, lo más revolucionario, con este remedio mejoramos
la salud mental del paciente y preservamos una institución sagrada como el
matrimonio.
-No veo qué de científico hay en lo que dice. Me parece un
nuevo capricho de su excéntrico jefe y todo un acierto en marketing de su
laboratorio no se lo voy negar. ¡La medicina no es ningún juego, es una ciencia
que lleva miles de años tratando de mejorar la vida de la personas! Y ahora
viene usted con esta idea tan macabra.
-Para nuestro laboratorio la medicina nunca ha sido un
juego. Desde la fundación de nuestra empresa, hace más de 75 años, hemos
colaborado mano a mano con las más prestigiosas universidades del mundo. Este
proyecto llamado “amante en ciernes”, lleva ocho años siendo investigado en el
MIT por los profesionales más prestigiosos del mundo en distintas disciplinas.
Así que creo Dr. Prather, que lo que he venido a mostrarle es mucho más serio
de lo que piensa.
-Disculpe que le haya ofendido, no era mi intención. Pero no
consigo discernir qué puede tener de beneficioso un amante en la vida de mis
pacientes.
-Verá doctor. Como bien sabe lo sencillo y beneficioso para la
industria farmaceútica sería seguir recurriendo a los antidepresivos. Pero
estamos alarmados por los niveles de adicción y dependencia a estos medicamentos
en la población mayor de 45 años. Creemos que prescribiendo amantes podemos
hacer mucho más por la felicidad del país que manteniendo el actual mercado de
los medicamentos. Además, con nuestra propuesta reduciríamos el gasto que
suponen estos químicos a las arcas públicas. Nuestros laboratorios llevan
décadas beneficiándose de la comercialización de fármacos, pero creemos que ha
llegado el momento de hacer algo de forma altruista por la humanidad.
-Sigo sin ver el beneficio que usted dice y, ni mucho menos,
cómo pretende usted que mis pacientes me tomen en serio si les prescribo una
amante para sus estados depresivos. No creo que el daño emocional que genera el
desempleo de larga duración, las crisis de ansiedad sobrevenidas al ver
amenazado su bienestar o, simplemente, ser capaz de hacer frente a los vaivenes
de la vida se solucione con un amante.
-¡Ay, doctor! –contestó mientras suspiraba-. Solemos estar
reacios a los grandes cambios que mejorarán nuestras vidas aun sabiendo que no
podemos escapar a ellos. Si me permite una aclaración, nuestra propuesta de
medicina no estriba en que amante y paciente se enamoren. Tampoco queremos que
sea sexo por sexo, sino que se trata de que nuestro amante enriquezca ambos la
vida del otro y, a la vez, vea enriquecida su propia vida –decía con una
sonrisa en los labios y los ojos-. Para que lo vea más claro, pongamos un como
ejemplo el paciente que ha salido de su consulta antes de que usted me
recibiera.
-Sí, ¿dígame en qué le puede ser útil un amante al Sr.
Malthius? –preguntó extrañado el doctor que no se había movido de su silla-. Le
informo de que este señor lleva en estado depresivo más de tres años. Su mujer
falleció y ha tenido que hacer frente,
desde entonces, a dos hijos adolescentes sin ningún apoyo familiar. La angustia
de esa situación le ha provocado distintas patologías de orden muscular y
articular que debe tratarse a diario para conservar su empleo.
-Es un caso perfecto para que pueda entender lo que vengo a
explicarle. Verá el Sr. Matlhius ha dicho que se llama ¿verdad? Este señor
necesita un amante, un rayo de luz en su vida, y, al mismo tiempo, puede ser la
medicina perfecta para otra de sus pacientes si aprovechamos su potencial para
amar. Como usted sabe un amante, una
aventura ocasional con unas dosis de sexo y comprensión hacen más por el bue ánimo
de las personas que cualquier sustancia química artificial, es la mejor
medicina que ha existido siempre. Ayuda a aliviar tensiones físicas, aumenta la
capacidad de aprendizaje con la segregación de dopamina, las personas se
vuelven más creativas para resolver problemas cotidianos y ganan confianza en
sí mismas volviéndose más extovertidas. Todo lo que no tienen la mayoría de los
pacientes que le visitan a diario.
-Visto así, parece una buena solución. Y económica. Si me
decidiese a ponerla en práctica. ¿Cómo puedo saber si uno de mis pacientes será
un buen amante? ¿Cuál será el criterio de selección por el que debo regirme?
-Dr. Prather déjese guiar por su buen ojo clínico. Desde
nuestro laboratorio sólo le recomendamos que siga una serie de parámetros para
seleccionar los amantes mejor preparados.
-Cuénteme
-Lo primero de todo es el criterio de edad. Sólo podrá
elegir mayores de 35 años, hombres.
-¿Sólo hombres? ¿Qué pasa que las mujeres no pueden ser
buenas amantes? ¿Qué descubrimientos han hecho desde el MIT a este respecto?
-Creáme doctor, no hay mejor amante ni ser que pueda dar más
amor que una mujer pero, por momento, la sociedad no está preparada. Aún hoy las
mujeres, consideran a otras mujeres que ejercen el papel de amantes como
derrochadoras de su tiempo en una relación sin ninguna utilidad. En lo que se
va cambiando ese cliché podremos trabajar en aras de la felicidad ciñéndonos
sólo a reclutar hombres.
-Entendido, sólo hombres mayores de 35 años. ¿Alguna
consideración adicional que deba ser tenida en cuenta para elegir a los mejores
y más preparados? ¿No me pedirá que tengo que pedirles que se desnuden o
hacerles una exploración rectal?
-No, el proceso de selección es mucho más sencillo, rápido e
indoloro que todo eso. Lo único que tiene que hacer es tener la certeza de que
el amante no sea un tonto a las tres, ni un cantamañanas ni mucho menos un cero
a la izquierda.
-Parece sencillo, creo que con eso me elimina usted un buen
número de posibles. Y dígame, ¿los elijo divorciados, solteros, viudos,
casados?
-Lo importante es que no sea nuevo en esto del amor no
correspondido y que no sea exigente. Tenga en cuenta que no siempre el trabajo
será grato o se acomodará a sus gustos.
-Sí, sí, lo entiendo perfectamente. No se trata de un
trabajo ideal claro está.
-Debe tener claro que no se trata de ningún trabajo porque
no está remunerado. Además, tiene otra serie de requisitos como disponer de
vehículo propio. Ya sabe usted que la pasión y el deseo se manifiestan sin
previo aviso y en los lugares más inesperados, por lo que hay que estar
preparado para cualquier emergencia.
-Es lógico.
-Además, necesitamos de alguien con flexibilidad horaria y
que esté más bien disponible en horario diurno. Ya sabe usted que las casas
suelen estar vacías en las mañanas lo que hace de éste un buen momento para los
escarceos. Así que busque entre sus pacientes aquellos que trabajen de noche. Ya
sabe vigilantes, policías, basureros, barrenderos, recepcionistas, camareros,
médicos de urgencias…
-Me resultará difícil encontrar candidatos con tantos
requisitos y, si encima no pagan, se complica mucho más la cosa.
-No crea, ser amante tiene grandes ventajas fiscales. Hemos
logrado un acuerdo con el gobierno para que todos aquellos que se den de alta
como amantes se beneficien de exenciones a la hora de tributar. Entienda que
con el ahorro que darán al Estado éste sepa corresponder a los ciudadanos que
tanto contribuyan al bien común.
-¡Es una excelente medida por parte de nuestros gobernantes!
La verdad que este nuevo gobierno está haciendo mucho por mejorar la vida de
sus compatriotas.
-Escuchéme bien porque no se trata del único beneficio.
Tenga bien presente que para los amantes quedarán las noches libres, aunque por
su profesión muchas las ocupen trabajando pero sus noches de descanso quedarán
intactas. Podrán disfrutar del fin de semana a cuerpo de rey porque podrán
encontrarse con sus amigotes sin estar pendientes del teléfono, ventajas del
desarrollo de la tele por cable y que los maridos opten por quedarse en el calor
de su casa viendo el fútbol que yendo a pasar miserias al estadio.
-Parece que todos son ventajas.
-Y no son las únicas. Hay muchas más. Le reirán las gracias,
recibirán halagos sin merecerlos, no se les tendrán en cuenta sus múltiples
defectos… Como puede ver, desde nuestro laboratorio hemos pensado en todo antes
de lanzarnos a comercializar nuestra propuesta.
-Ya veo. Me queda una última pregunta que lleva un rato
rondándome la cabeza.
-Adelante, no tenga reparos en preguntar lo que desee Dr.
Prather. Sabe que una de las razones por las que estoy aquí es para aclarar y
atender cualquiera de sus dudas.
-Como usted bien sabe- el Dr. Prather carraspeó antes de continuar mientras su vista se anclaba en los papeles sobre su mesa-, la situación de la sanidad en este
país no es la mejor debido a los ajustes que realizaron los gobiernos
anteriores. Largas listas de espera, atención deficitaria en medicina general,
salarios congelados… Esto ha generado que el desánimo y el desencanto ha hecho
mella entre los profesionales sanitarios. Me centro que me estoy yendo por las
ramas ¿Podría como médico recetarme a mí mismo o iría en contra de nuestro
juramento hipocrático?
Recetas de Amor en Píldoras
Reviewed by Ignacio Bellido
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15:50
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