Lotería de Navidad: la poca Probabilidad de cumplir el sueño de la Posibilidad
Cada año el sorteo de la Lotería de Navidad despierta la
ilusión de lo posible en millones de españoles.
Según varios estudios, los españoles gastamos alrededor de 50€ en Lotería de Navidad entre décimos y participaciones para el
sorteo. Si bien es importante señalar que hace apenas cuatro años invertíamos
cerca de los 60€. Las personas que más invierten en lotería, aunque pueda
sorprendernos, según los datos del portal Ventura24.es, son las mayores de 60
años que gastan, una media de 63€. Asimismo,
en Ceuta y Mellila es donde el gasto por habitante es mayor, así como en
Galicia y Extremadura, mientras que los habitantes de La Rioja, con una media
de 43€ por persona, son los que menos invierten en la lotería de Navidad.
Lo que moviliza todo este gasto en lotería de Navidad, que puede
parecer mucho o poco según el criterio de cada cual, es la ilusión de la posibilidad.
Depositamos en cada sorteo de la lotería de Navidad la esperanza de que suceda algo estadísticamente
prácticamente imposible: que nuestro número salga agraciado con el Gordo deNavidad. Cada año, repetimos este ritual de la ilusión, este imaginario de lo
posible.
Este imaginario de lo posible esta presenta aún a sabiendas
que tenemos una posibilidad entre cien mil de ganar el Gordo de Navidad, es decir, un
0,00001% lo cual resulta un tanto deprimente. Aún así, seguimos jugando ya que
el ser humano tiende a asignar una mayor probabilidad de que sucedan cosas
estadísticamente muy improbables, es el poder de la Ley de Murphy: si algo puede
salir mal, saldrá mal. Este error en la percepción de la probabilidad de la
improbable nos lleva a realizar conductas tendentes a buscar el riesgo.
Compramos los décimos de Lotería de Navidad con la esperanza
de obtener una gran ganancia, aún teniendo un 85% de probabilidades de perder
lo que he invertido. Aún así, cada año seguimos jugando, rechazando quizá la
conducta que sería más favorable: no jugar nada. Pero no jugar nada nos sitúa,
igualmente, en una situación en la que algo estadísticamente poco probable
suceda pero en este caso en negativo, que un familiar, vecino, compañero de
trabajo… gane un premio elevado gracias a un décimo que nos fue ofrecido y
rehusamos comprar.
El miedo a que alguien cercano sea el agraciado es uno de
los principales motivos que nos lleva a comprar más décimos e invertir más
dinero en este sorteo, el miedo a que hayamos dejado pasar la oportunidad y, por
ello, estamos más predispuestos aún a aceptar algo que nos es a todas luces desfavorable.
La tradición del sorteo y el hecho de que sea todo un fenómeno social acaba por
tenernos a todos pendientes del televisor y de los niños de San Ildefonso cada 22 de Diciembre.
Puedes saber más acerca de estas influencia y otras más en nuestras decisiones a la hora de comprar en el libro La Ciencia del Consumidor: cómo las emociones y los sentidos seducen a la razón, obra del antropólogo de Salamanca Ignacio Bellido, que ya ha salido a la venta. En él encontrarás respuestas a preguntas como las siguientes: ¿tiene la misma capacidad perceptiva un ciudadano de Roma que un guardia pretoriano de la Roma imperial? ¿cómo es posible que un producto cuya primera experiencia de consumo es a todas luces negativa mueva un mercado de miles de millones de euros al año? La respuesta a estas y otras preguntas en La Ciencia del Consumidor: cómo las emociones y los sentidos seducen a la razón.
Lotería de Navidad: la poca Probabilidad de cumplir el sueño de la Posibilidad
Reviewed by Ignacio Bellido
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18:52
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